PENETRAR EN LA SERPIENTE Y LA HERENCIA DE COATLICUE, Gloria E. Anzaldúa

Veo oposición insurrección. Veo la grieta que se abre en la roca. Veo el calor del enojo o la rebelión o de la esperanza, abrir esa roca, liberando a la Cuatlicue y alguien en mí se hace cargo con nuestras propias manos, y al final establece vinos sobre las serpientes - por encima de mi propio cuerpo, de mi actividad sexual, de mi alma, mi mente, mis debilidades y fortalezas-. mías. Nuestra. No las del hombre blanco, heterosexual o las del hombre de color o las del Estado o las de la cultura o de la religión o de los padres: sólo nuestras, mía.
Y de pronto siento que todo se apresura hasta un centro, un núcleo. Todas las piezas pérdidas de mí misma llegan volando desde los desiertos y las montañas y los valles, magnetizadas hacia el centro. Completa.'